DESDE DONOSTIA-SAN SEBASTIAN, BLOG DEDICADO A SCOUTS Y GUÍAS
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La mejor manera de encontrar la felicidad es haciendo felices a los demás. (BP)
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29/12/08

Cronicas del Campamento (X). El día después

Después del día pasado en las entrañas de la tierra, la gente estaba un poco cansada por lo que se decidió anular la excursión de este jueves y dedicarlo a descansar, hacer compras y visitar la zona centro de Lourdes.

Para comenzar el día, los frikis del Grupo preguntaron cuánto mide un rollo de papel higiénico extendido.... Con lo tranquilo y sosegado que se presentaba el día!
En fin, que en pleno desayuno hubo que salir al jardín a efectuar el ensayo que dio un resultado de 43,50 mts. Ver para creer!

Después de las habituales tareas de limpieza del campa, bajamos a Lourdes "Centre Ville", donde visitamos su renovado y precioso mercado (Les Halles), para hacer algunas compras.

Nuestro cocinero, Aguila Vigilante, observando las exquisiteces que se ofrecen y pensando con qué nos sorprendería ese día.

En Lourdes siempre encontramos infinidad de tipos de pan lo que hace que las discusiones para llegar a un acuerdo sobre el tipo que apetece ese día se prolonguen durante mucho tiempo...

Un buen equipo de scouts nunca olvida que llegadas las 11 ó 12 h, es obligatorio, por lo menos en Pañoletas Blancas, proceder a la preparación de un buen almuerzo. Se esté donde se esté, llueva, nieve o haga sol, el buen scout se las apañará para degustar pan con algo, entendiendo por "algo" un condimento de jugosidad aceptable y sabor y color constante y universalmente conocido. En este caso se optó por un surtido de embutidos franceses que estaban de toma pan y moja, por lo menos a esa hora...

El simpático evento tuvo lugar en una calle cercana al mercado, al aire libre y sin invitados. Observesé la poca importancia que se dan y la elegancia con que los miembros del Grupo proceden a dar buena cuenta de los bokatas.

Esta fotografía corresponde a una de las tiendas ambulantes que se instalan en el exterior del mercado, en este caso de ropa, pero las hay de zapatos, flores, verdura, bisutería, etc.

Después del almuerzo todo marchó sobre ruedas como suele ser habitual. Visitamos diversos "bistrots" conocidos de años anteriores degustando los caldos de la zona.

Uno de ellos es el café "Le Barcelonne", recomendable por su buena y económica cocina en el centro de Lourdes, además de ser gente muy agradable.

Por ejemplo, un "confit de canard" con patatas fritas, pan y vino, tiene un precio de 9 euros. Una tortilla de jamón o de queso, con patatas y bebida, 6,50 euros.

Proseguimos en el "London Pub" una taberna estilo ingles, que dispone de Internet a buen precio. Recomendable por su amplia gama de cervezas y por su dueño, un recio bearnes con cierto parecido a Sta. Claus.

Pero si alguien quiere pasarse unas horas navegando por la red, lo más barato en Lourdes es "La Mediatheque", un centro municipal con un buen grupo de ordenadores e información. Está al lado del mercado.

El "London Pub" dispone de una agradable terraza desde donde se observa todo el bullicio del mercado.

Regresamos al campamento con la compra hecha, después de una ajetreada mañana. Una de las delicias que adquirimos en el mercado fueron los berberechos, que aunque parezca extraño, en Lourdes tienen mucha fama y se venden en casi todas las pescaderías, cosa que en Donostia no es fácil de encontrar. Flecha Azul se puso rápidamente a prepararlos en el jardín.

Nuestro cocinero, en ausencia de Koala Generosa, se lució preparando un exquisito arroz con calamares y mejillones. Fue una comida muy marinera.

Las anchoas en aceite de oliva de Nardin son un elemento imprescindible en la dieta diaria de los valientes exploradores. Probablemente nos conservamos tan guapos por alguna cualidad organoléptica que todavía no hemos descubierto. Qué sería de nosotros sin ellas!

El Equipo de Servicio del jueves siempre en su lugar atento a cualquier incidencia que pudiera surgir, en perfecto uniforme de campaña.

Los últimos "toques" de Aguila Vigilante a la paella , muy concentrado en su trabajo como suele ser habitual.

La bendición y comienzo del ágape. Quedábamos pocos en el campa pero la cantidad de alimento (en peso) no disminuía.... esto no hay quien lo entienda, año tras año nos pasa lo mismo.

Después de la comida una animada sobremesa pasando revista a lo que nos quedaba por hacer y rápidamente a tomar una agradable y reparadora siesta.

El comedor quedó en silencio mientras el personal se entregaba a los brazos de Morfeo. Tener las habitaciones a pocos segundos de la mesa es algo impagable..

De anochecida volvimos a bajar al pueblo, no sin antes hacer un breve control de daños. Delfín Ingenioso comprueba el estado de nuestra bandera.

Otro de los establecimientos que visitamos y que es recomendable. Se trata del "Little Flower" un bar que utilizamos cuando la taberna oficial del Grupo "Le Cintra", está llena. Se encuentra en la denominada "zona santa", cercana a los Santuarios. No dejar de probar los spaghettis.

Y de la taberna al lujo lourdaise, una paradita en el Gran Hotel Moderne, un cuatro estrellas regentado por los hermanos Soubirous, con cierto tufillo retro, pero agradable.

Allí en uno de sus salones degustamos su famosa cerveza. No íbamos vestidos para la ocasión pero nos recibieron encantados. Se acordarían de otros años?

De regreso al campamento no nos resistimos a contar uno de los mayores peligros que acechan año tras año a los scouts que se atreven a internarse en los WC's clásicos del exterior. Si no se está listo en el momento en que sale el agua de la cisterna o depósito para limpiar el inodoro, el chorro de agua es de tal potencia que puede llegar a noquear al usuario. Puede llegar el susodicho chorro hasta los tres metros de distancia, con la consiguiente sorpresa y mojadura del novato.
Podéis ver a la izquierda de la fotografía a Hurón Valiente pensando cómo salir del atolladero en cuanto pulse el botón del agua, y a Delfín Ingenioso, con el botón ya pulsado y tratando de salvarse del "tsunami". Toda una experiencia muy recomendable, en particular a horas intempestivas. El agua te moja desde el ombligo hasta los dedos del pie. Alguna vez teníamos que descubrirlo...

Antes de la cena Hurón Valiente comenzó a realizar el puzzle que nos habían regalado nuestros amigos italianos.

Castor Laborioso también comenzó otro "puzzle", en este caso se trataba de un pedazo de jamón ibérico que nos habían regalado.

Aguila Vigilante preparó una menestra de verduras que hizo las delicias de los residentes...

Al terminar la cena nos juntamos con los scouts italianos y aprovechamos la ocasión para despedirnos de ellos, además de pasar un buen rato.

Por primera vez en la historia del campamento, este año llevamos un equipo proyector para ver algunas películas si el tiempo era malo, cosa que no ocurrió. Ese día hicimos un repaso a las fotografías de los últimos años.

Y así terminó el jueves, entre chistes y anécdotas que nos contaban Giorgio y Alberto, y Eulogio que les proponía todo tipo de magias para minar su resistencia...
(Continuará)

4/12/08

Crónicas del Campamento (IX). Viaje al Centro de la Tierra

La Sección Espeleológica Scout (S.E.S.), fue una agrupación de rovers scout de la Tropa San Jorge que funcionó a finales de los años 70 y que realizó numerosas actividades espeleológicas, algunas de ellas en colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Castor Laborioso y Lobo Rondador formaron parte de aquel recordado equipo. Pañoletas Blancas recupera ese histórico nombre y continúa con este aspecto explorador de la vida scout enfrentándose a un nuevo reto: el descenso al complejo karstico de la Piedra de San Martín, en el pirineo vasco-bearnés.

El complejo subterráneo de la sima de San Martín, situado en la muga entre Zuberoa y Navarra, tiene más de 55 kilómetros cartografiados de galerías y la sexta mayor sala natural del mundo: La Verna. Esta descomunal gruta, en la que cabrían seis catedrales del tamaño de Nôtre Dame de París, ha sido en esta ocasión el objetivo de los exploradores de Pañoletas Blancas. El primer grupo scout del mundo que se atreve con semejante proeza, a casi mil metros bajo tierra.
El miércoles 15 de octubre, bien pertrechados con nuestros equipos de campaña e inmersión nos dirigimos en el minibus de Luro hacia el valle de Arette para llegar hasta el pueblo más oriental del País Vasco: Santa Engracia. Una parada en tierra de Mosqueteros, cerquita del bonito pueblo de Aramits, sirvió para calmar los nervios ante la excitante aventura que se avecinaba.

La abadía románica (s.XII) de Sta. Engracia nos dio la bienvenida al bello rincón pirenaico. Dada la magnitud de la expedición, contamos con la ayuda de un gran espeleólogo francés, Jean-François Godart, miembro de la ARSIP, Asociación para la Investigación Espeleológica Internacional de la Piedra de San Martín, con sede en Pau, y que nos acompañó durante el recorrido.

Comenzó la ascensión a la montaña por el barranco de Arphidia, por una pista de montaña y con un precioso paisaje otoñal. Las condiciones meteorológicas eran excelentes.

A pesar del esfuerzo por el desnivel que teníamos que superar, la gente estaba muy animada. Pronto empezaríamos a preocuparnos...

El camino de acceso deja la pista forestal y se introduce en el bosque. La entrada a la caverna ya no estaba lejos. El paisaje era espectacular.

Por fin llegamos!! La entrada al complejo de San Martín está en un precioso lugar, rodeado por banderas tibetanas de oración, como en el Himalaya. Estas banderas tratan de llevar buena suerte a los espeleólogos que se adentran en las profundidades. Cada bandera tiene dibujado un caballo central, rodeado de mantras y plegarias, escritas, que se exponen al exterior para que el viento las reparta en su recorrido.
El jefe de la expedición, Jean François Godard, revisó y comprobó los equipos uno por uno para evitar sustos en nuestra exploración.

Pantera Feroz y Aguila Vigilante ya empezaban a preocuparse, la cosa parecía más grande de lo que pensaban y se imponía la cautela...

Hurón Valiente, experto en estas cosas, se pasó un buen rato estudiando el casco y comprobando el sistema de iluminación.

Jean François Godard nos explicó lo que íbamos a hacer y las normas de seguridad aplicables al caso. Tambien nos dijo que la temperatura en el interior de la cueva rondaba los 5ºC, y que además en los primeros 800 mts. la velocidad del aire era muy fuerte, con lo que la sensación de frío aumentaría. Vamos, que nos terminó de asustar.

El personal, bien abrigado y pertrechado, se dirije hacia la entrada de la gruta. La tensión se palpaba en el ambiente.

La entrada al complejo está cerrada por una puerta metálica ya que está prohibido acceder sin las autorizaciones correspondientes. El aire helado que salía con fuerza por la puerta daba miedo...

Después de haber estado en el pico Midi de la Bigorre a más de 3.000 mts de altitud, Koala juró no volver a meterse en líos, pero al final la convencimos de que entrara. ¿Volveré a ver la luz otra vez? se preguntaba...

Traspasada la entrada las caras se pusieron serias y el frío arreció. Ya estábamos dentro y no podíamos volver atrás, los misterios de las profundidades nos esperaban....

Siguiendo a nuestro experto guía, comenzamos a dirigirnos al centro de la tierra. Por delante teníamos 800 m de galería con una impresionante corriente de aire a 5ºC. Se hacía difícil hablar.

Algún sistema de iluminación frontal no funcionaba correctamente y hubo que ajustarlo de nuevo, esta operación realizada con guantes y a esas temperaturas no resulta muy fácil. Las frontales disponían de dos tipos de iluminación: leds y bombilla de incandescencia. Esta última no se utilizó prácticamente para ahorrar energía.

La galería de acceso a la Sala de La Verna es una especie de abrupto túnel de piedra caliza que en ocasiones no pasa del metro setenta de altura lo que hace que los golpes de los cascos con la piedra sean habituales. Normalmente el agua cubre el suelo, pero en esta ocasión se limitó a unos cuantos charcos.

Una paradita para ver si estamos todos e intercambiar opiniones. El Clan del Oso Cavernario se muestra emocionado por la experiencia que está viviendo. El frío es muy intenso.

Jean François cuenta una de las miles de experiencias ocurridas en la exploración de esta cueva. Esa especie de nubecilla blanca que se ve en algunas fotografías, es el vapor de agua de nuestra respiración, para que os hagáis una idea del frío húmedo que hacía.

Ya estamos en la entrada de la sala de La Verna. Cuando los primeros espeleólogos llegaron a este lugar en 1.954, después de muchas horas de exploración, pensaron que estaban en el exterior y que era de noche. Sus focos no conseguían alumbrar las paredes y bóveda de esta inmensa sala subterránea de 270 metros de longitud, 230 metros de ancho y 180 de altura. Estamos hablando de una sala de 62.100 m2!!.

La gran sala es atravesada por un río que cae en cascada desde ochenta metros de altura. El ruido es ensordecedor, pero en ese lugar se pierden todas las dimensiones imaginables y una sensación de tranquilidad invade el ambiente.

Los valientes espeleólogos de Pañoletas Blancas prosiguieron su descenso hasta la parte inferior de la sala. El terreno es bastante complicado y resbaladizo, aunque no hubo ninguna caída de importancia.

El límite visual al que llegaban nuestras lámparas no pasaba de los dos o tres metros. La luz se pierde en esa inmensidad. Agunos focos nos permitían observar un poco más lejos.

Jean François nos explicó cómo el río que actualmente discurre por la sala de La Verna, tenía un diferente recorrido hace miles de años, en una zona superior y a través de una galería descubierta por espeleólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, motivo por el que la galería que estamos observando en la fotografía lleva su nombre.

Delfín, Koala y Pantera Feroz, descansando y comentando las incidencias mientras el Aguilucho observa desde lejos iluminando la escena.

Hurón Valiente subía y bajaba con total seguridad por las rampas de la cueva, se ve que está entrenado..

El frío como se puede intuir en la fotografía seguía siendo intenso.

La expedición siguió recorriendo la gruta entre el caos rocoso, siguiendo atentamente a nuestro guía Jean Françoise.

La sala de La Verna está formada en dos épocas geológicas diferentes. Las pizarras y la caliza han permitido que el agua se filtre y construya enormes espacios.

Para acceder a la zona del río subimos por un caos de bloques siguiendo marcas en la roca. La cosa se puso difícil y las posibilidades de perderse o de caerse aumentaron. Si el río no esta muy alto, como en esta ocasión, pudimos cruzarlo sin necesidad de mojarnos, utilizando curiosos "puentes" y pasamanos, a partir de ahí, empezamos a ir por encima del río.

Que si pasamos miedo?, bueno.... no está bien que un scout hecho y derecho acepte que la situación no era del todo segura, pero algo, algo... sí pasamos, menos mal que estábamos entrenados...

Delfín Ingenioso "pegado" a la pared, evitando mirar a la sima que tenía debajo y de la que salían ruidos, más bien "rugidos" inquietantes... Seguimos siendo bastante osados.

Nuestro amigo Pantera Feroz, no parece tan fiero, aunque se movía bien en la oscuridad. Aquí está enganchando su mosquetón a la línea de seguridad preparada.

Hubo que atravesar el peligroso río por diversas zonas. Curiosamente nadie se metió en el agua, ni se tropezó, ni ná de ná. En condiciones normales nos hubiesen tenido que rescatar los bomberos de Pau, pero parece que cada vez lo hacemos mejor...

Una de las fotos para la posteridad del equipo de exploradores. La verdad es que parece obtenida en los carnavales de Leitza, pero no, es de la Sima de San Martín...

Aguila Vigilante ajustando la lámpara frontal de Castor Laborioso. Qué fríooooo

Vuelta a caminar entre rocas y barro, dirigiéndonos hacia la zona en la que los espeleólogos colocaron una placa homenaje a Marcel Loubens, uno de los descubridores de esta cavidad subterránea y que murió en su exploración.

El Delfín estaba helado. En nuestra expedición no llevamos ningún alimento, solo agua, y claro, se echaba en falta un aporte suplementario de energía...

"En esta gruta MARCEL LOUBENS vivió sus últimos días. Murió al servicio de la ciencia el 14 de agosto de 1.952"
En 1951 la profunda vertical de esta gruta fue descendida por primera vez por George Lépineux y Marcel Loubens usando un torno diseñado para la ocasión. Así, el 14 de agosto de 1952 decidieron volver a realizar otra expedición que acabó en tragedia. Loubens se accidentó cuando, mientras descendía, se rompió una de las piezas del cable del torno que utilizaba para ese fin. El herido se encontraba a 400 metros de profundidad. Murió dos días después y fue enterrado en la profundidad de la sima.
No fue hasta mayo de 1954, cuando se pudo enterrar el cuerpo en su localidad natal.
Castor Laborioso y Lobo Rondador, antiguos miembros de la S.E.S., rindiendo homenaje al famoso explorador y científico francés.

Comenzando el regreso con mucho cuidado, ya más tranquilos al haber cumplido nuestro objetivo de acceder y recorrer La Verna.

Aguila, Castor y Koala, de animada charla cerca de la entrada a la galería de regreso.

Koala y Lobo confraternizando. El Canis lupus pidió explicaciones a la cocinera oficial sobre el porqué no se había llevado a la expedición el kit de almuerzo, elemento esencial de cualquier actividad scout. Al parecer Aguila se negó en redondo a transportar mochilas grandes... otra vez será.

Jean Françoise Godard es todo un experto en saltar entre rocas resbaladizas. Tuvimos mucha suerte con este técnico, un tipo amable y con buenos conocimientos.

Otra de las paradas que se hicieron durante nuestro recorrido de regreso a la luz.

A falta del Rioja de Solagüen, nos tuvimos que conformar con agua de Lourdes, que obra milagros...

Los expedicionarios incluido Jean François, cerquita ya de la salida y con ganas de ver el sol.

Al lado de la salida, comentando incidencias y pasando lista esperando a que llegasen todos.

Por fin fuera sanos y salvos! La experiencia ha sido inolvidable y la alegría y comentarios de la gente así lo denota. Nos ha costado pero lo hemos conseguido!

Las maniobras de cierre de la puerta de acceso. El fuerte viento no dejaba colocar el candado y Pantera Feroz tuvo que ayudar a Jean François en la operación.

El coche de nuestro guía llegó por una pista forestal hasta una zona cercana y pudimos dejar el equipo y bajar andando sin carga celebrando la conquista.

Una vista de Santa Engracia desde las alturas. Allí nos esperaba un buen y merecido aperitivo....

...Que tuvo lugar en el albergue de Elichalt, al templado sol del otoño xiberutarra. Nos acompaña el conductor de nuestro minibus.

Al lado de Santa Engracia, en un lugar que ya utilizamos cuando recorrimos las gargantas de Kakouetta, montamos un mini-campamento que resultó una vez más espectacular.

Vista general de la "acampada" con el minibus de Luro al fondo, antes de comenzar el almuerzo.

Nuestro chofer y Jean François se unieron a la fiesta. Descubrieron que el jamón de jabugo no tiene nada que ver con el de Bayonne...

No me digáis que la cocina no está bien montada y tiene muy buena pinta...

El almuerzo transcurrió contando historias y sucedidos espeleológicos. El tiempo era excelente y el calor nos hizo olvidar el frío pasado en la cueva.

Pantera nos obsequió con una selección de chistes muy aplaudidos por el personal.

Hurón y Pantera celebrando el buen final de la expedición. Querían ir andando hasta Lourdes....

De regreso paramos en el Hotel des Touristes, lugar en el que se reunían los espeleólogos en los años 50 y 60 durante la exploración de la sima de San Martín y desde donde partió la ayuda cuando se accidentó Marcel Loubens. La amable dueña del hotel nos enseñó numerosos e interesantes recortes de prensa de la época.

Otra paradita para relajarnos en Chez Coustet, lugar lleno de gatos por cierto y ya anocheciendo pensando en volver a nuestra guarida.

Hurón Valiente enseñando los destrozos ocurridos en su calzado de montaña durante la expedición. La suela por un lado y la bota por otro.... estos bomberos se lo toman todo muy en serio...

Una biere en Lourdes, chez Cintra, para refrescar las fauces y cansaditos a la cama, no sin antes dar buena cuenta de una exquisita cena.
Em el campamento se cantó, bailó, etc., pero de eso no existen fotos, o han desaparecido en favor del bien común...

(Continuará)

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